5/10/2011

COMENTARIO EN EL BLOG DE NÓMADA

Delicado asunto el de la violencia doméstica. Si se considerase que el origen del problema es el consumo de drogas (alcohol incluido), se tendría más camino recorrido. Por suerte en España, aunque no nos percatemos, hay muchas menos muertes al no existir armas de fuego en los hogares.

El machismo existe, sin duda, pero en un lejano último término, porque (es necesario insistir) la violencia doméstica no afecta sólo a las mujeres, sino también a los niños, lo que hace evidente que el origen del problema no es solamente sexista. Incluso se da el caso de que son los hijos los que ejercen violencia sobre sus padres. Y dado que, por influencia de una ley parcial, la sociedad no reconoce la existencia de esa violencia, los padres afectados no pueden acogerse al mismo amparo que las mujeres en esa misma situación. Extraña paradoja.

Pero no se puede ser juez y parte, y para no meter el dedo en su propia llaga, y en una llaga social dolorosa, como es la adicción al alcohol, los señores políticos han preferido orientar el asunto hacia el machismo, perjudicando así a los más débiles. Como de costumbre.
...

Bellísima arquitectura, nómada. Me gustaría hacer hincapié en el hecho de que el mayor valor de todos estos edificios que nos propones, no es la arquitectura en sí misma, sino su relación con las demás arquitecturas y, sobre todo, con el paisaje. Esa delicadeza es difícil de observar en otras culturas, y creo que solamente puede compararse con la de la Grecia antigua.

Por motivos que todavía no he logrado poner totalmente en claro, y que sin duda son complejos, tenemos una pésima conciencia de nosotros mismos. Como si la mezquindad fuera patrimonio exclusivo nuestro. Pero yo, que he viajado algo y alguna noticia tengo de lo que no he podido ver en persona, nunca me he emocionado tanto como con la arquitectura de este país. Y dentro de ella, con la de la Meseta Alta.

Un saludo.

2 comentarios:

Mertxe dijo...

Violencia doméstica y Arquitectura. Mientras me tomo el segunda cafecito de la sobremesa, reflexiono (preocupadísima sobre lo primero, que va in crescendo) sobre ambos temas.

Glo dijo...

Yo estoy con un pie en el café y con el otro, en el té.