John Schlesinger y Laurence Olivier crearon para "Marathon man" el que me ha parecido más creíble de todos los criminales representados en el cine. Szell es un hombre lleno de recursos, de aspecto afable y en ocasiones fatigado (lo que mueve a peligrosa compasión), que esconde un egoísta feroz y violento, carente por completo de sentimientos.
Es famosa en esta película la escena de la tortura, en la que Szell resulta realmente inquietante al mostrarse alternativamente amable y cruel. Pero no se comprende completamente el personaje sin el resto de sus apariciones. Director y actor lo hacen creíble por medio de múltiples detalles que sorprenden por su agudeza psicológica.
Me sonaba esa mirada, pero no reconocí a Laurence Olivier hasta leer los créditos (de "Rebeca" a esta película había llovido lo suyo). El doblador al castellano lo hace bien, aunque se pierde la "transformación" del acento de Szell en la joyería.
Me sonaba esa mirada, pero no reconocí a Laurence Olivier hasta leer los créditos (de "Rebeca" a esta película había llovido lo suyo). El doblador al castellano lo hace bien, aunque se pierde la "transformación" del acento de Szell en la joyería.
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