PARECE HABER ALGO

Parece haber algo en una isla que toca nuestro subconsciente, ya que al igual que los perros saben con precisión dónde comienza la propiedad privada de su amo, nosotros, los primates desteñidos y pelones, consideramos especial ese territorio más o menos grande, rodeado de agua por todas partes. Siempre sirve de buena excusa para que ocurra algo distinto que en el territorio próximo, que puede ser tierra firme, o bien otra isla. Los ejemplos son tan abundantes y variados, como sugerentes: La talasocracia griega, Manhattan, Gran Bretaña, las “ínsulas” del Quijote, la isla del tesoro, la isla desierta soñada, los paraísos fiscales, la Atlántida, Elba, la isla privada de Marlon Brando, Cayo Largo, Thule, la isla de Robinsón Crusoe, Alcatraz, la isla de los Estados, Perejil, un transatlántico......