
He quedado atrapado en esta calle. Antes pensaba que pasar por ella era una opción que había tomado porque da menos el sol en verano, por los jardines, por los niños y por los gatos zalameros... Pero me he dado cuenta de que en realidad me ocurre como a los fantasmas: que no puedo salir. Oigo hablar de libertad al emperador, al rey, al alcalde... pero, ¿dónde está la mía? De casa al trabajo, del trabajo a casa; una prisión sin más barrotes que mis limitaciones y mi ignorancia; sin carceleros ni culpas que expiar; una condena sin apelación posible...
http://es.youtube.com/watch?v=zGbYRAfQYF8
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