Una de ellas era la del funicular de Vladivostock.
Con ayuda de ésta, la culminación de la enciclopedia que es internet, di con su emplazamiento y con algunas viejas imágenes del mismo.






También con algunas nuevas, después del lavado de cara que le hicieron:

4 comentarios:
Un diccionario enciclopédico. ¡Eso sí que era un buen regalo!
Me gusta, en especial, la penúltima imagen, con las grúas del puerto al fondo.
Vladivostock, como puerto industrial que es, me recuerda mucho al Bilbao de mi niñez, que no tiene nada que ver con el de ahora.
Olá.
Obrigada pela tua visita.
De facto nunca experimentei o acrílico, mas também pinto a óleo. Mas onde me sinto bem é na aguarela.
Talvez um dia siga o teu conselho e experimente o acrílico.
Saludo
Bemvinda, manuela.
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