
Después de un otoño soleado, se hace extraño volver a este clima oscuro, húmedo y templado, como de invernadero.

Para colmo, me ha tocado subir a Santutxu, que con su trama densa y difícil, no ayuda nada a subir el ánimo... A primera hora llovía suave y abundantemente, pero después paró y creo que al final acerté no llevando paraguas.

Allí sólo hay algunos lugares más o menos llanos,

precipitándose el resto en fuertes pendientes, en las que los edificios se encaraman como pueden y las calles se retuercen alternándose con inacabables tramos de escalera, formando todo ello una maraña en la que resulta difícil orientarse,

una colmena hecha deprisa y corriendo, no siempre con acierto.

Después pasé a Basurto,

Donde tomé algunas fotos anodinas,

de lugares con poco atractivo,

... y vuelta a Sestao. La luz mortecina me exige otra forma de ver las cosas; algo así como si tuviera que "mirar" en blanco y negro.
Por fin encontré "en el invernadero"... gracias a Tristán e Isolda, en cuyo tercer acto insertó Wagner la composición como preludio:
http://es.youtube.com/watch?v=iHmxdloeQjw
No hay comentarios:
Publicar un comentario