MIERDA

Ayer mi madre estaba viendo la película "made in Spain", en dos capítulos, que han hecho sobre los atracos de "El Solitario". No lo veía por placer, sino por contrastar su correspondencia con otras fuentes. Yo jamás me hubiese parado a ver semejante producto, pero lo hice y terminé indignado:

-Los actores eran cuatro pijos sin carácter ni voz (excepción hecha del protagonista, que me pareció bien caracterizado).
-Gracias a la dirección, los personajes resultaron nada creíbles.
-El montaje conseguía un ritmo plúmbeo.
-Pero lo peor fue el guión.

Al parecer el hombre ese ha despertado simpatía entre la población, y alguien ha tenido la ocurrencia de "desmitificarlo" contando su particular versión de los hechos. La vida no suele tener una estructura tan sencilla, pero en la película no dejaron lugar a ambigüedades:

-La policía es "buena y esforzada" y lo tenía muy claro.
-El atracador es malo y cobarde.

Gracias a haber visto la película, ahora el tío me cae de puta madre y me sumo a los que creen que intentan "endosarle" el asesinato de los dos policías, igual que hicieron con "El Lute".

Ya sé que se trata de un asunto del que no conozco nada de primera mano, pero sí me parece interesante, e incluso importante, por varias razones:

-Se denigra a una persona en público antes incluso de que juez alguno emita una sentencia sobre sus hipotéticos delitos.
-Las personas, incluso después de condenadas y encarceladas, siguen teniendo dignidad y derechos.
-La simpatía que profesamos algunos por el individuo no tiene nada que ver con sus "méritos", sino con su actitud arrogante ante la corruptela e ineficacia de la administración pública, las cuales, por cierto, no se subsanan con un "lavado de cara" como el que pretenden, pero no consiguen, con esa película.
-Su actitud es también un "tirón de orejas" a una sociedad acojonada y demasiado dependiente de lo que disponen sus poco virtuosos dirigentes.

Lástima que el tío no se haya dedicado a un empresa mejor que la de atracar bancos... Aunque dada la pésima situación de la sociedad española, quizá no quedan muchas más opciones.