Nunca se sabe cuándo va a tener que aparcar uno todo y abandonar esta ingrata vida. Yo voy a salir caro a mi funeraria, porque mi ataúd tiene que ser grande (a no ser que adelgace en el camino, o me metan de canto).
Quizá sea mejor disponer que me incineren. En el cementerio de Castro-Urdiales he visto unos nichos pequeñitos para cenizas, con estupendas vistas del mar...
6 comentarios:
Joder, como estamos...¿Es de broma?
Hola, maría (luna):
Siempre hay que pensar en serio y en broma de la muerte de uno mismo. Porque nunca sabemos cuándo puede suceder.
Un gran abrazo.
Ohhh!
Si dejas instrucciones para que te metan de canto, cuando llegue la ahora señalada, deja instrucciones para que me avisen.
Eso lo quiero ver!
jajajajajajajaja
besos
De canto ahorraríamos muchísimo espacio...
:)
Ay, Chema Madoz, qué grande!
Es sorprendente ese hombre... Y con poquísimos medios...
Publicar un comentario