7.4.09

MI CAMINATA DE HOY



El barrio de Pobeña, en el municipio de Múskiz, es uno de los lugares que más me gusta de los que me quedan cerca. Allí venden media casita que compraría (si pudiese) por los niños. Es la última antes del puente que cruza a la playa. Está en un rincón, en la plaza de la ermita, resguardada del noroeste por un monte de unos cien metros, plantado de eucaliptos hasta donde el viento furioso lo permite. La vivienda tiene tres fachadas, y desde la sur se ve la ermita pintada de blanco y casi oculta por añosas encinas y laureles, una pequeña marisma y el río Barbadún, que ora sube, ora baja, según la marea. A pesar de tenerlo tan cerca no tiene vistas del mar, pero eso no me importa en absoluto, porque basta cruzar el río y ya está uno en la playa.

Me consuelo pensando que, casi con toda seguridad, los niños y yo no coincidiríamos en nuestros gustos y al cabo de poco tiempo ya no querrían ir. En fin. Al menos hoy he pasado un buen rato dejando que el niño que llevo dentro disfrutase contemplando todo lo que acontecía en las orillas: el vaivén de las algas y los bancos de peces; el dormitar de las blanquísimas ocas; el ir y venir nadando de los patos silvestres; el corretear de los pajarillos por la arena, y las peleas entre lagartijas.

6 comentarios:

Nómada planetario dijo...

Por lo que describes parece un paisaje sacado de una postal.
Saludos tras mi particular paréntesis.

JL. Seisdedos dijo...

La playita parece encantadora pero ¿qué son todos estos círculos inquietantes?

Glo dijo...

Es un rincón de postal, es cierto. Hoy hace buen día y quizá vuelva por allí y saque fotos.

Un fuerte abrazo, nómada.

Glo dijo...

Esos círculos son los tanques de la gigantesca refinería de Petróleo Petronor. En esta geografía hay que abstraerse constantemente de lo industrial si se quiere disfrutar del paisaje. Se mire donde se mire, siempre hay un estorbo; incluso en el mar, donde los mercantes esperan para entrar en puerto.

Mertxe dijo...

Sí, en Rente hemos tenido toda la vida a la antigua CAMPSA, una bomba más que potencial; ahora ya ni me acuerdo de cómo se llama la compañía en que ha mutado, pero las moles son las mismas, dan miedo, dan asco, dan pena... Se han comido una zona que podría haber sido otra cosa mucho mejor.

Un abrazo, Glo.

Glo dijo...

Un fuerte abrazo, Mertxe.