Leke...
Supongo que resultaré poco creíble cuando digo que no me interesa el mar como paisaje.
Supongo que resultaré poco creíble cuando digo que no me interesa el mar como paisaje.
... itio.
Es comprensible conociendo las barbaridades a las que ha conducido el afán de verlo desde la comodidad de la casa de uno. Pero no por ello deja de ser cierto. El universo que encierra y rodea la ría de Lekeitio, con su encinar, la marisma, los astilleros y el palacio de los Yarza, me resulta más, mucho más interesante que la isla, el puerto y la playa.
Entre la compra y el mantenimiento (en el Cantábrico ver el mar suele incluir el padecimiento de sus inclemencias), son unos cuantos los euros que me ahorro... Y además tengo mucho más donde elegir.
Entre la compra y el mantenimiento (en el Cantábrico ver el mar suele incluir el padecimiento de sus inclemencias), son unos cuantos los euros que me ahorro... Y además tengo mucho más donde elegir.
3 comentarios:
Lo que yo daría, a pesar de todo, por verlo cada día desde mi casa. Como lo veo ahora, a ecológica (digo yo...) distancia. Desde que llegué aquí, el próximo 14 hará 8 añitos, vengo practicando, desde que llega el buen tiempo, el inefable rito de salir al balcón, taza de desayuno en mano, los ojos y el corazón muy abiertos, a esperar que la luz del Este me abrace. Qué espectáculo, Glo, qué espectáculo el del mar tiñéndose de oro, tatuado [de oro]dice mi amiga Soco en su último poema.
Bueno, perdona, guapo, pero se me ha soltado el muelle lírico. Cómo soy...
Un abrazo muy materno hoy, mi Glo.
Quise decir: desde mi futura casa.
El otro día visité un piso. Sus propietarios tenían, además, otro piso en la misma planta: uno al norte, con vistas del mar, y otro al sur, con abundante sol.
¿Adivinas cuál tenían vacío y cuál ocupaban?
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