Tenemos suerte, porque, en cualquier caso, parece que todo ha sucedido en tierra. Al mar no ha caído nada de nada. Podemos seguir consumiendo pescado con toda tranquilidad.
Pues mira, ayer mismo, en el súper (Socrates hubiera cambiado cien veces su ágora por ésta), una mujeres se decían que hay que ver qué peligro tiene el pescado, todo contaminado de radiactividad, pero claro, a ver, qué vas a comer... Te juro que al llegar al mostrador, algún que otro pescado ya me parecía tener tres ojos. Como el de los Simpson.
3 comentarios:
Pues mira, ayer mismo, en el súper (Socrates hubiera cambiado cien veces su ágora por ésta), una mujeres se decían que hay que ver qué peligro tiene el pescado, todo contaminado de radiactividad, pero claro, a ver, qué vas a comer... Te juro que al llegar al mostrador, algún que otro pescado ya me parecía tener tres ojos. Como el de los Simpson.
El silencio es lo más preocupante. Indica la gravedad del asunto.
Esas señoras son Sócrates mismo ante la cicuta...
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