8.9.13

VELANDO POR EL BIEN COMÚN

"... “Se vigilaba en España suficientemente” fue la siguiente cuestión que se le planteó (a Eduard Rodríguez Farré). Su respuesta: “Es una buena pregunta. Los pesqueros españoles faenan desde el polo norte al polo sur. Incluso muchos pesqueros que son gallegos, por ejemplo, no están matriculados en España, sino en el Reino Unido o en Argentina. Por lo tanto, ¿de dónde viene el pescado?”

Había, además, un problema que le había indignado especialmente: la Unión Europea, tras el accidente de Fukushima, había vuelto a subir los niveles de radiación permitidos en los alimentos “mediante la reactivación de un decreto que se promulgó poco después de Chernóbil”. Quedaban anulados con ello los niveles que se habían aprobado en 2006 y se aceptaban “unos niveles de radiactividad tres veces superiores en la leche, o aún más en muchos productos alimenticios vegetales o animales”.

Lo anterior había sido aprobado por la Comisión Europea, no desde los organismos de Sanidad. Un ejemplo que valía la pena tener en cuenta: “yo [ERF] estoy en el comité científico de nuevos riesgos para la salud de la Unión Europea y no nos han dejado decir nada sobre este tema, se lo ha guisado y se lo ha comido el comité de radioprotección que está directamente ligado a EURATOM”. Es decir, la decisión de estos umbrales de seguridad estaba en manos, sigue estando en manos de ingenieros, físicos nucleares, vinculados a la industria..."

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