XVIII
He dejado pasar un caudaloso río entre mis dedos
sin beber una sola gota y estoy triste.
Ahora me siento naufragar en la piedra.
Un pino bajo en la tierra roja
es mi único compañero.
Todo lo que amaba se perdió con las casas
que aún eran nuevas el último verano
y se derrumbaron con el viento del otoño.
Yorgos Seferis/ Pedro Bádenas de la Peña
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