1.3.14

I HAMPSTEAD, DE ESTRATIS EL MARINERO, DE SEFERIS

Y se disponía a gritar con todas sus fuerzas
para dar a entender que no se iba a morir.

La mujer de Zante.

Cinco poemas de Estratis el marinero

I HAMPSTEAD

Como un pájaro con el ala quebrada
que hubiera años viajado por el aire,
como un pájaro que no pudo aguantar
el viento y la tormenta,
va cayendo la tarde.
Sobre la yerba verde
todo el día habían danzado tres mil ángeles
desnudos como el acero,
pálida va cayendo la tarde.
Los tres mil ángeles
juntaron sus alas y alumbraron
un perro
olvidado
que ladra
solitario
y busca a su amo
o el Juicio Final
o un hueso.
Ahora busco yo un poco de sosiego,
me bastaría una choza en una colina
o en una playa,
me bastaría ante mi ventana
una sábana teñida de añil
extendida como el mar,
bastaría en mi maceta
un clavel aunque fuera artificial,
un papel rojo en un alambre
y que el viento pudiera dominarlo,
el viento sin esfuerzo
cuanto quisiera.
Iría cayendo la tarde.
Resonaría el eco del rebaño bajando a la majada,
como un pensamiento sencillo y feliz
y caería yo en el sueño
porque no tendría
ni una vela que encender
ni luz 
para leer.

1931.


Yorgos Seferis/ Pedro Bádenas de la Peña

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