4/01/2014

INTERMEDIO DE ALEGRÍA, DE DIARIO DE A BORDO I, DE SEFERIS

INTERMEDIO DE ALEGRÍA

Nos llenamos de alegría aquella mañana,
Dios, cuánta alegría.
Brillaban primero las piedras, las hojas y las flores,
luego el sol,
un sol enorme, todo espinas, tan alto en el cielo.
Una ninfa cosechaba nuestras cuitas y las colaba
     de los árboles,
un bosque de árboles de Judas.
Cupidos y sátiros retozaban cantando
y entre los laureles negros se veían sus miembros sonrosados,
carnes infantiles.
Nos llenamos de alegría aquella mañana.
El abismo era un pozo cerrado
donde brincaba el grácil pie de un fauno impúber.
¿Te acuerdas de su risa? ¡Cuánta alegría!
Después, nieves, lluvia y la tierra mojada.
Dejaste de reír al despertar en la cabaña
y abrir tus grandes ojos y encontrar
al arcángel blandiendo una espada de fuego.

"Inexplicable", dijiste, "inexplicable,
no entiendo a los hombres,
por más que se diviertan con los colores,
son todos negros."

Pendeli, primavera.



Yorgos Seferis/ Pedro Bádenas de la Peña

No hay comentarios: