4/09/2014

MAÑANA, DE DIARIO DE A BORDO I, DE SEFERIS

MAÑANA

Abre los ojos y despliega
entero el negro velamen y ténsalo
abre bien los ojos fija tu mirada,
clávala, clávala, ahora sabes
que la vela negra no se despliega
en el sueño ni en el agua
ni cuando caen los párpados rugosos
y se hunden al sesgo como caracolas;
ahora sabes que el negro parche del tambor
cubre por entero tu horizonte
cuando abres los ojos descansando, así
entre el equinoccio de primavera y el equinoccio
     de otoño
están las aguas caudales, el vergel,
aquí zumban las abejas en la floresta
y tintinean en los oídos de un niño
¡Ahí está el sol! y las aves del paraíso,
un sol inmenso, más grande que la luz.


Yorgos Seferis/ Pedro Bádenas de la Peña

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