Mi viaje botánico continuó hasta la playa de La Arena, en Ciérvana, donde se encuentra este estupendo seto de Pittosporum tobira. Tras tantos años expuesto al noroeste furioso y a los rociones de agua salada, bien puede concluirse que esta planta gusta de la proximidad del mar.
Fue introducido por sus brillantes hojas perennes, peculiarmente compuestas, y por sus flores, cuyo aroma recuerda el azahar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario