5.6.14

LA CAZA

Hace un tiempo me entretuve considerando aquel asunto de la dimisión del jefe de la casa vasca de Nueva York. No estaba seguro de qué había sucedido, pero desde que Atapuerca dejó clara nuestra naturaleza caníbal, me resulta más comprensible la ambigüedad de las situaciones. Porque se puede ser comensal, segundo plato, o espectador, en distintas combinaciones. No hay que descuidarse.


Escena de caza con los tres participantes.

No hay comentarios: