7/06/2014

SESTAO


Imagen encontrada aquí.

De cuando llovían finas láminas brillantes de acero que se depositaban sobre todo y se oxidaban dejando una uniforme costra marrón; cuando las fétidas nubes rojizas no dejaban abrir las ventanas; cuando el cielo nocturno se iluminaba con decenas de antorchas y se llenaba con los ruidos de golpes, explosiones, chirridos...

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