8/18/2014

ANTE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

"... El juez militar buscó en los cajones el expediente de Schwejk pero como de costumbre no pudo encontrar nada.

—Debe tenerlas el capitán Linhart —dijo después de buscar mucho rato—. ¡Sabrá el diablo adónde van a parar todos mis expedientes! Probablemente se lo envié a Linhart. Ahora mismo lo telefoneo... ¿Oiga? Aquí el teniente y juez militar Bernis. Por favor, capitán, ¿tiene usted el expediente de un tal Schwejk? ¿Que he de tenerlo yo? Me extraña mucho. ¿Que se lo quité a usted? Eso sí que me extraña. Está en la número 16. Ya sé que tengo el número 16, capitán, pero me pareció que el expediente de Schwejk lo tenía usted traspapelado por cualquier parte. ¿Que insiste en que no hable así? ¿Que usted no tiene nada traspapelado? Oiga, oiga... 

El juez militar Bernis se sentó a la mesa y habló irritado del desorden con que se llevaban a cabo las investigaciones. Ya hacía tiempo que entre él y el capitán Linhart reinaba cierta enemistad, enemistad en la que ambos eran extraordinariamente consecuentes. Si llegaba a manos de Bernis un expediente que pertenecía a Linhart, Bernis lo traspapelaba y nadie podía encontrarlo. Linhart hacía lo mismo con los expedientes que pertenecían a Bernis. Se perdían mutuamente los documentos. (5)

El expediente de Schwejk fue hallado en el archivo-militar después de la guerra con la siguiente nota: "Tiene la intención de desenmascararse y declararse contra la persona de nuestro soberano y nuestro Estado". Su expediente estaba junto al de un tal Josef Koudela. En el sobre había una crucecita y debajo "liquidado" y la fecha..."


(5) El treinta por ciento de las personas que estaban en la prisión militar se quedaron allí durante toda la guerra sin ser interrogadas ni una sola vez. (Nota del autor).


Extracto de Las aventuras del valeroso soldado Schwejk, de Jaroslav Hasek.

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