1/09/2019

HITLER Y SILA

Junto a la puerta de mi casa de verano tenían atada una perrita perdiguera de Burgos a la que llamaban Sila. Hasta hace poco no pensé que quizá le pusieron el nombre por el dictador romano del mismo nombre, si bien me estrañó el cambio de género. Pero quien recientemente me puso sobre la pista del romano fue John Schlesinger con su película Marathon man, en la que los participantes de una red de contrabando de diamantes, dirigida por un antiguo nazi, usaban, entre otros seudónimos, el de Sila. Así que el personaje ha estado montándose en mi cabeza desde hace mucho tiempo. Estos días me entretuve leyendo el artículo correspondiente a este hombre en Wikipedia, y no me extrañó nada que los nazis lo tomaran como referencia, ya que la historia de la Roma clásica en aquellos tiempos era una sucesión de gobiernos a cada cual más sangriento. Comprendí entonces algo que había leído pero no comprendido bien en su momento: el que la Iglesia Católica indicara que el nazismo fue una vuelta al paganismo. Y entonces me acordé de haber deducido de las ruinas de Artemisa Brauronia, que los griegos actuales conservan un fondo de panteísmo, de la misma manera que los rusos del período comunista seguían practicando el cristianismo ortodoxo en privado, o de la misma manera que la magia está siempre presente en tantos productos británicos, Harry Potter incluido. Así la sociedad alemana conserva un fondo anterior al cristianismo, del que brotó, con especial fuerza, la figura de Hitler. Y considero, también, en qué medida eso toca mi propia cultura hispana, sin que me cueste encontrar el estoicismo senequista (de Séneca), que acertó a poner en claro María Zambrano en el ensayo, de título tan adecuado en estas líneas, El pensamiento vivo de Séneca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Glo!
He dejado un comentario en la entrada "exclave", en particular sobre la referencia que hacen a su uso en castellano en Arg.
Saludos, P.

Glo dijo...

Gracias.