Fotografía del foro de Roma, encontrada aquí.
Ante la oleada de irreflexión social y codicia municipal, continúo mi campaña:
"Los solares abandonados son una de las maravillas del ese medio estéril y sicológicamente tan duro que es la ciudad. Se hace compaña en su contra sin apreciar las enormes ventajas de su existencia.
Los descampados son algo que no se debe combatir ni fomentar. En primer lugar, es imposible que desaparezcan, pues son la consecuencia natural de la degradación de las personas y los proyectos que emprenden. Incluso las personas y las instituciones más respetables pueden ser siempre responsables de los suyo.
En segundo lugar, los descampados proporcionan un espacio de libertad que resulta muy raro de conseguir socialmente. Porque a los niños rarmente les interesan los juegos que los adultos piensan para ellos. Ningún niño ha sido tan feliz como aquel que ha jugado a comprar y vender plantas silvestres; como el que ha hecho carreras de coches en las pilas de arena; o como el que ha cocinado piedritas en su menaje de juguete.
En tercer lugar, el beneficio de la existencia de un medio no administrado por seres humanos es medioambientalmente mucho más elevado de lo que puede parecer, aunque es común que en ese medio predominen las especies ruderales y exóticas invasoras.
En definitiva, creo que falta reflexión sobre los pros y los contras de esos lugares, que creo merecen una valoración diferente a la negativa propuesta por su medio."


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