La evolución se reproduce en la gestación de cada ser humano, desde ser unicelular hasta ser humano primitivo, pasando por pez con branquias o peludo primate. Pero la evolución no termina al nacer. En ese momento finaliza nuestra etapa puramente acuática, y comienza la anfibia (recordemos el disfrute de todos los niños en el agua) y finalmente, la terrestre. Y simultáneamente, se produce la adquisición del saber social. No somos seres humanos completos sin ese saber, que incluye el lenguaje, los aprendizajes para con el medio (natural y humano), etc.
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