Ejemplares espontáneos de Ulmus minor, precarios supervivientes de la grafiosis, en un vertedero.
Toledo, España.
26/6/2025.
Datos y fotografía encontrados aquí.
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Para mí los vertederos han sido siempre lugares de gran interés, en tanto que completamente desprovistos de intencionalidad: salvo arrojar basura, nada más está atendido en ellos. Son reductos de libertad, ya que ni siquiera lo natural es estimado. Pero son el ámbito propio, por ejemplo, de lo ruderal, estando íntimamente ligados a los huertos urbanos, joya medioambiental, de los que el vertedero es fuente de materiales... Todo lo opuesto al bonitismo y el puro-naturalismo. Es la realidad del planeta.
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He sentido ver que en otro foro no hay valoraciones positivas de esta entrada. Supongo que el fundamento de esa actitud se encuentra es la identidad establecida por Platón entre verdad, bondad y belleza, que después adoptó la Iglesia. Para cualquier ser humano educado en la cultura española y católica, algo que no es bello no puede ser bueno ni verdadero. Pero no es así, ni mucho menos: algo bello también puede ser malvado y falso, y algo feo también puede ser bueno y verdadero.

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