Después de tanto tiempo escuchando la obra de Shostakovich todavía tengo partes importantes sin descubrir. Pienso que esta actitud mía es algo parecido a distribuir un jardín en dos espacios, de manera que desde uno se perciba sólo parcialmente el otro, y conseguir así que la imaginación forme una secuencia "infinita". Borges escribió que en la casa de Asterión el número de puertas era catorce, y que eso equivalía a infinito.
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