11/09/2015

VIAJE

Este fin de semana he viajado un poco. Llegarme a ese patio de atrás del Mediterráneo que es el valle del Ebro, que me queda tan cerca, me llena siempre de alegría. Había niebla en el sur de Álava, toda la Rioja, y en Castejón de Ebro, mi destino. El aire estaba quieto y fresco. La vuelta la hicimos Por Olite, Tafalla y Estella: campos de vid, olivo y espárrago saturados de color. En el puerto había llovido, lo que me confirmó que el calor que padecemos estos días al norte de la cordillera Cantábrica es debido al foehn: el aire no sólo se calienta por contracción al atravesar los altos, sino que vuelve a calentarse al ceder, en forma de lluvia, el agua que contiene.

No hay comentarios: