... Al principio yo también creía en la regulación, pero con el tiempo me di
cuenta de que la regulación es contraria a la eficacia medioambiental.
¿Y qué es eficaz medioambientalmente? Pues la libertad completa para hacer lo que quieras en una parcela que no es tuya y que cultivas gratuitamente. Son las condiciones que entran en una resonancia positiva con la naturaleza humana y no humana.
La administración pública aún no se ha dotado de condiciones tan favorables como esa. Le estorban varios aspectos, siendo el principal que la regulación es la improvisación de un técnico que se establece por los siglos de los siglos, lo que supone una rigidez que destruye lo regulado.
¿Y qué es eficaz medioambientalmente? Pues la libertad completa para hacer lo que quieras en una parcela que no es tuya y que cultivas gratuitamente. Son las condiciones que entran en una resonancia positiva con la naturaleza humana y no humana.
La administración pública aún no se ha dotado de condiciones tan favorables como esa. Le estorban varios aspectos, siendo el principal que la regulación es la improvisación de un técnico que se establece por los siglos de los siglos, lo que supone una rigidez que destruye lo regulado.
¿No es precendente de esa necesidad de que las cosas sean como son, porque de otra manera no funcionan, aquello de que "el mercado se regula solo"? En lo que respecta a la gestión de los parques nacionales, ¿no hay que
atenerse a la realidad y modificar periódicamente su regulación?
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