La realidad de Sajalín ha estado ligada a su condición de lugar remoto. La isla sirvió de gran prisión y el escritor ruso Chéjov se propuso retratarla desde esa condición. Los habitantes de Alexandrov-Sajalinski aprovecharon la honorable visita para erigir una estatua que honrara al escritor y los dignificara a ellos. Y los habitantes de Noda (topónimo japonés), una población situada en la mitad sur de la isla, cambiaron su nombre por el de Chéjov.
Fotografía de la localidad de Chéjov, encontrada aquí. Supongo que los edificios corresponderán al neoclasicismo ruso impuesto como estética oficial de la Unión Soviética desde el mandato de Stalin. Una desoladora decrepitud es el aspecto más significativo de este lugar, que no he observado que conserve nada de su origen japonés.
Un árbol caído sobre una casa de la calle de la industria sirve de escalera permanente de acceso a la cubierta. Fotografía de 2023.
Estatua a Chéjov en Chéjov.
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