La falta de intimidad que en la casita del príncipe de Charlottenburg siento que denotan la balconada corrida, la ausencia de transición entre el exterior y el interior, la ausencia de un entorno propio... Creo que está presente, como un "nobleza obliga", en el pabellón (no lo llamaré casa) Farnsworth de Mies van der Rohe.
Edificio difícil de vivir, difícil de mantener, e incluso difícil de fotografiar, este pabellón está emparentado con los apartamentos Lake shore drive, del mismo autor, de los que sería un módulo, una pieza, a la manera en que citaron sus propias obras otros arquitectos modernos.
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