Lo primero que sorprende de esta vivienda unifamiliar de 1958 (imagen tomada de esta página) es su aislamiento respecto de su entorno inmediato. Un aislamiento que Redón enfatiza dejando un pequeño espacio entre el volumen y el terreno, que hace recordar el del "Pavillon de L'Esprit Nouveau" que Le Corbusier construyó para la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París en 1924.
Le Corbusier pretendía promocionar una construcción mayor, "L' Immeuble-Villas", del que el pabellón era tan solo un módulo.
Pero la extraña calidad de "objeto" que confería al pabellón su desconexión con el terreno, resultó tan atractiva como las demás novedades propuestas por el arquitecto suizo. Y como sucede muchas veces en el arte, el artificio, resultante de que el módulo estuviera, en realidad, previsto para un lugar diferente de la planta baja, acabó convirtiéndose en un recurso en sí mismo. Obsérvese que, de hecho, en el dibujo superior, los módulos en planta baja no se distancian del suelo, sino que se encuentran al mismo nivel, incorporando parte del jardín.
Ahora, si observamos cualquier edificio residencial colectivo de Redón, podremos "identificar" que cada planta es un "módulo" similar a la vivienda para Huarte.
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