22.12.12

ANTHONY CARO Y LA MESA


Fue César Barrio quien me descubrió la potente belleza de la obra de este escultor. Para mí lo que la caracteriza, lo que me hace distinguirla de la de cualquier otro autor, es la altura a la que están situadas las esculturas: la de una mesa. Es el lugar donde, supongo, nacen. Una altura agradabilísima, natural, que permite la precepción completa de todos los detalles y del conjunto desde casi todos los puntos de vista. Creo que pocas veces se ha aprovechado esta posición en escultura. Las esculturas siempre están allá arriba, sobre pedestales, columnas, edificios... No es así siempre, pero las esculturas de Caro suelen apoyarse sobre una superficie que tiene la altura de una mesa, y pueden descolgarse por los laterales, y en ocasiones, incorporan la mesa misma como parte de la obra.



No me resisto a poner más obra suya en esta entrada. Obra que oscila entre la delicadeza y la masividad; entre el poder desmaterializador del color plano y vivo, y la potencia tectónica del material desnudo.

Se pueden encontrar muchas reminiscencias a otras obras, pero a mí este escultor me resulta muy inglés. Un artista de la "edad del hierro" en la que vivimos (y que casi ha terminado), y cuya obra parece quedar muy bien en la penumbra del clima atlántico, o en el interior de una nave (industrial o religiosa).















2 comentarios:

JL. Seisdedos dijo...

Muy interesante este escultor. He disfrutado mucho con la entrada.
Un abrazo.

Glo dijo...

Un abrazo, Juan Luis.