1/01/2013

AÑO NUEVO EN NOVOSIBIRSK

Mirar a través de una cerradura resulta interesante. Yo he estado observando, a través del ojo que es una webcam, cómo han celebrado el año nuevo en un parque central de Novosibrisk, ciudad siberiana y rusa (enlace aquí). El desfase horario es de seis horas, por lo que mientras esperaba para cenar, allí era ya año nuevo.

El clima acompañó porque sólo hubo -19ºC. Días atrás estuvieron mucho tiempo a -40ºC. Supongo que eso no anima a salir, así que a pesar de ser céntrico, se observa muy poca concurrencia. Sólo algunos padres con niños, aburridos de estar encerrados en casa, se animan a dar un paseo. 



Pero hoy puede verse una actividad inusual.


Días atrás una cuadrilla plantó e iluminó el gran árbol de la rotonda, y construyeron para niños (y no tan niños) dos toboganes, un barco de vela y un laberinto, todos hechos con bloques de hielo transparente que no hay que temer que se derrita.


El parque cuenta también con algunas atracciones permanentes, como un tiovivo, una cafetería, y un puesto para sacarse fotos. Ésta es la atracción más curiosa porque le sacan a uno acompañado por una "familia" de tres osos.


Que se reuna "tanta" gente debe ser algo tan poco habitual, que las autoridades han dispuesto una vigilancia especial de al menos cuatro fornidos policías de aire autoritario a los que se ve charlando con algunos conocidos que se les acercan.


No hay sonido, pero se ve bailar a la gente que se encuentra cerca del escenario.

 

En la tarde del día de año nuevo, hubo una animadora y dos acompañantes portadores de cestas de mimbre que repartían regalos entre los niños.



Hoy en la comida compartimos nuestra extrañeza de que la gente pueda vivir en condiciones tan extremas de frío.

Por algunas lecturas he sabido que ciudades como Novosibrisk son de creación relativamente reciente (siglo XIX), de lo que deduzco que esos lugares apenas estaban habitados antes. El tendido del Transiberiano fue el origen de ésta, la tercera ciudad más poblada de Rusia.

2 comentarios:

Mertxe dijo...

Parece increíble que las personas se aferren o resignen a estos climas. Pienso que se están perdiendo la parte iluminada de la vida. Yo no soporto el calor, pero estoy segura de que un clima tan extremo me mataría, si no por fuera, por dentro.
Tengo una amiga que lleva muchos años en Ontario y me habla de -25 a -35º como si tal cosa. Nació en el Maresme, por lo que alguna calidez mediterránea debe sobrevivir en sus tejidos; y cuando le pregunto cómo es posible que tolere ese rigor, me dice que en las ciudades viven bajo tierra en invierno: galerías y galerías por donde pasean calentitos mientras miran escaparates y se toman un café... La superficie, dice, está muy bien para el verano.

Glo dijo...

Es muy duro. Incluso disponiendo de medios económicos.