Con la redondez de la Tierra sucede igual que con la muerte: es algo evidente, irrefutable, pero también, inconcebible ¿Cómo puede ser que "dentro" sea "fuera", y además sea el único "fuera" posible? Cualquier persona sensata y con un mínimo de cultura y conocimiento comprende que habitamos una esfera, pero en el devenir de la cotidianeidad esa noción no existe porque no hay ninguna alternativa viable: no es posible habitar ningún otro lugar con libertad. Y la libertad de obrar es algo esencial en nuestra naturaleza. Cualquier fantasía de sociedad extraterrestre es una tiranía militar, una prisión y finalmente, un manicomio que termina en destrucción.
Esta escena que propongo corresponde a 2001 Una odisea espacial. En ella aparece el único superviviente humano de una estación espacial desactivando las funciones "cerebrales" del todopoderoso ordenador de a bordo, HAL 9000, que habia matado al resto de la tripulación porque se sintió amenazado de muerte (los humanos lo iban a desconectar y él nunca había perdido la consciencia, nunca había "dormido", por lo que para él eso era equivalente a morir). Un acontecimiento "imprevisto" en el orden necesario para la supervivencia de la expedición, porque la locura sólo había sido prevista en los seres humanos, que vivían medicados. El triunfo de la concepción del espacio exterior como paisaje "a conquistar" que supuso esta extraordinaria película de ciencia ficción, resultó ser, también, la constatación realista de su imposibilidad.
Pero la película no solamente se ciñe de manera rigurosa a la realidad de la imposibilidad de un orden perfecto sostenido en el tiempo, sino que también incorpora la otra vía de escape con la que cuenta nuestra naturaleza, la fantasía, que es el medio con el que hacemos tolerable lo inconcebible. Por medio de ella, por ejemplo, convertimos la ilógica planeidad del mundo en un infinito en segundo grado en forma de superficie cilíndrica extendida que promete continuar infinitamente por sus dos laterales y tiene dos sumideros misteriosos arriba y abajo. Esta solución a la claustrofobia planetaria es un intermedio "razonable" actual, pero tradicionalmente se solucionó por medio del sumidero de la conciencia que era la relativamente inaccesible Asia central, pasando después al relativamente inaccesible Pacífico. Una percepción producto de un eurocentrismo que continúa dominando los mapamundi. Y la exploración, los viajes, el turismo, son formas de evasión de la conciencia de encerramiento planetario.
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