Isla del mar Egeo a la que he dedicado ya varias entradas.
Su mitad sureste es la más montañosa y es a la que corresponden estas fotografías.
Isla del mar Egeo a la que he dedicado ya varias entradas.
Su mitad sureste es la más montañosa y es a la que corresponden estas fotografías.
Se denominan ponis pero sus proporciones son las de cualquier caballo. Así que no son muy conocidos (no es fácil apreciar su poco tamaño en lo abstracto del paisaje).
(Fotografías encontradas aquí y aquí)
Esta parece ser una de las muchas escenas religiosas que representan la vida cotidiana de Jesús. Su peculiaridad estriba, tanto en que forma parte de una tradición en desuso, como en su propuesta de "actualización" de costumbres.
Cuenca del río Guadalquivir sobre los límites políticos provinciales (mapa encontrado aquí). Es un mapa interesante porque se aleja de los convencionalismos trillados que representan la totalidad de Andalucía como única referencia política, y el río Guadalquivir como una línea más importante que sus afluentes.
Obra de 1917 encontrada en 2024. Un retrato con características comunes a otros de la etapa final de su autor.
Con la redondez de la Tierra sucede igual que con la muerte: es algo evidente, irrefutable, pero también, inconcebible ¿Cómo puede ser que "dentro" sea "fuera", y además sea el único "fuera" posible? Cualquier persona sensata y con un mínimo de cultura y conocimiento comprende que habitamos una esfera, pero en el devenir de la cotidianeidad esa noción no existe porque no hay ninguna alternativa viable: no es posible habitar ningún otro lugar con libertad. Y la libertad de obrar es algo esencial en nuestra naturaleza. Cualquier fantasía de sociedad extraterrestre es una tiranía militar, una prisión y finalmente, un manicomio que termina en destrucción.
Esta escena que propongo corresponde a 2001 Una odisea espacial. En ella aparece el único superviviente humano de una estación espacial desactivando las funciones "cerebrales" del todopoderoso ordenador de a bordo, HAL 9000, que habia matado al resto de la tripulación porque se sintió amenazado de muerte (los humanos lo iban a desconectar y él nunca había perdido la consciencia, nunca había "dormido", por lo que para él eso era equivalente a morir). Un acontecimiento "imprevisto" en el orden necesario para la supervivencia de la expedición, porque la locura sólo había sido prevista en los seres humanos, que vivían medicados. El triunfo de la concepción del espacio exterior como paisaje "a conquistar" que supuso esta extraordinaria película de ciencia ficción, resultó ser, también, la constatación realista de su imposibilidad.
Pero la película no solamente se ciñe de manera rigurosa a la realidad de la imposibilidad de un orden perfecto sostenido en el tiempo, sino que también incorpora la otra vía de escape con la que cuenta nuestra naturaleza, la fantasía, que es el medio con el que hacemos tolerable lo inconcebible. Por medio de ella, por ejemplo, convertimos la ilógica planeidad del mundo en un infinito en segundo grado en forma de superficie cilíndrica extendida que promete continuar infinitamente por sus dos laterales y tiene dos sumideros misteriosos arriba y abajo. Esta solución a la claustrofobia planetaria es un intermedio "razonable" actual, pero tradicionalmente se solucionó por medio del sumidero de la conciencia que era la relativamente inaccesible Asia central, pasando después al relativamente inaccesible Pacífico. Una percepción producto de un eurocentrismo que continúa dominando los mapamundi. Y la exploración, los viajes, el turismo, son formas de evasión de la conciencia de encerramiento planetario.
Nos dicen aquí que:
"... No se puede negar el inmenso valor histórico de estos lugares. Sin embargo, después de mi primer viaje a Pafos, me di cuenta de que solo recordaba unos pocos datos sobre ellos. Esta persistente sensación de estar pasando por alto algo crucial se hizo evidente mientras caminaba por las ruinas. Los impresionantes mosaicos, las antiguas columnas y los intrincados atrios estaban todos allí, pero la falta de carteles informativos me dejó con ganas de más..."
Es decir, que el autor del artículo no preparó su viaje. Su planteamiento fue el del turista que consume lo que le ofrecen.
Pero, sea cual sea nuestra formación y capacidad de comprensión (hay personas visuales, verbales...), siempre podremos acometer el objeto de nuestro interés antes y después de haberlo disfrutado in situ.
La persona que se lamenta en su artículo reclamaba una historia. Pero el artículo en el que se encuentra el mapa de más arriba pone en evidencia que para un arqueólogo hay muchos puntos de vista desde los que apreciar la realidad, y por tanto, muchas diferentes historias posibles.
Cuando Medea llega a la tierra de Jasón y se siente completamente perdida, reclama "¡tierra, háblame!" (Ver la versión de Medea de Pasolini). Pues eso es lo que debemos hacer, cualesquiera de nosotros, al llegar a un lugar: escuchar, sentir, lo que el lugar nos pueda decir. Y en esa experiencia podremos engastar las historias que leímos antes o las que leeremos después de acudir a él.
...
Finalmente propongo este poema que sobre las ruinas del mismo lugar mencionado por el turista (Éngomi), elaboró el diplomático helenófilo y premio Nóbel de literatura, Yorgos Séferis.
El bósforo cimerio es hoy el estrecho de Kerch, y Panticapea es hoy Kerch (el topónimo Kerch proviene del término griego kersoneso, que significa península; topónimo que hace referencia a la península de Crimea, en la que se encuentra).
No he conseguido averiguar el motivo por el que los griegos antiguos deseaban establecer el límite entre Europa y Asia por medio de accidentes geográficos claros.
Desde entonces esta es una de las geografías más codiciadas del planeta.
(Fotografía encontrada aquí)
La escritura de su nombre (Cádiz), no está alejada del original fenicio, pero la pronunciación que le dan sus habitantes (ká-eh), me parece aún más próxima.
Mapa estimado de la geografía del estuario del Guadalete y sus islas (encontrado aquí), en tiempos de la fundación de la ciudad.
Euonymus europaeus. En las inmediaciones de un afluente del río Barbadún, Vizcaya, España, 11/11/2023.
Pinchando en la fotografía (encontrada aquí), se accede al registro sonoro.
Hace tiempo que los vengo encontrando en la red. Alguno lo observé descomponerse, poco a poco, hasta irse a pique y desaparecer, quedando sólo parte de su contenido recogido en otros navíos.
La propia administración pública española tiene sus cochambrosos cascarones desfasados, y el acceso a algunos trámites burocráticos es precedido de una advertencia de peligro. Mientras tanto, los parentes patriae siguen hablando, hipócritamente, de alfabetización informática.
Internet es un gran cementerio marino, un neblinoso mar de los Sargazos donde quedan variadas cientos de miles de páginas ante la imposibilidad de avanzar entre las dificultades de actualización, de mantenimiento, pérdida de interés por las empresas, muerte de los autores...
La red carece de memoria, y por tanto, de historia. No parece posible hacer una crónica de cómo han ido cambiando las busquedas; de la arriesgada, extrema libertad de antes y la ingerencia del poder de ahora.
La de la navegación en la red es una historia compleja de contar porque consta de procesos difícilmente descriptibles; como, por ejemplo: la posibilidad de descarga lenta o rápida (de pago), de un archivo comprimido; la laberíntica búsqueda del botón o la página de descarga entre la publicidad; la apertura diferida de una página que conduce a otra; la necesidad de aprender en quién confiar; las prodigiosas, infinitas posibilidades de Windows frente a la simplificada realidad de Android...
Este mismo artículo se olvidará después de haber tenido unas pocas visitas, o incluso unos pocos simples avistamientos. Una buena metáfora de la inanidad y caducidad de la vida. Después de un tiempo de zozobra, los pecios se hundirán, desapareciendo por completo como si nunca hubieran existido, lo que caracteriza las ruinas del mar respecto de las de la tierra.
Pinchando en la fotografía de la compositora (encontrada en esta entrevista), se accede al registro sonoro.
Exposición a la radiación:
Observar desde el exterior una zona contaminada con partículas que emiten radiación gamma es peligroso debido a que las particulas alcanzan y atraviesan el cuerpo humano, pudiendo provocar alteraciones genéticas al chocar con las cadenas de ADN. Los efectos a medio plazo de la exposición a radiación gamma son náuseas, vómitos, diarrea, fiebre, mareos... Pudiendo llegar a comprometer la capacidad reproductiva y la salud de la descendencia si afecta los genitales.
Contaminación radiactiva:
El viento levanta las partículas radiactivas, que son ingeridas o inhaladas. Cualquiera de las emisiones de radiación ionizante (alfa, beta o gamma), es peligrosa si las partículas que las emiten entran en el cuerpo humano, ya que irradian permanentemente los tejidos inmediatos.
...
Buscando alojamiento para nuestras próximas vacaciones nos sorprendió que hubiera alquileres tan bajos en las inmediaciones de la costa. No sé por qué recordé el accidente nuclear de Palomares y comparé ambas ubicaciones, que resultaron coincidentes.
Los precios de alquiler por 7 noches para dos personas descienden en las inmediaciones del área contaminada. En los anuncios no se hace mención alguna al accidente ni sus consecuencias:
¿Hasta dónde se extiende el área de influencia de la contaminación? En una geografía tan seca como la almeriense, hasta donde el viento transporte el polvo que levanta.
...
Fotografías de la valla delimitadora del área más contaminada (obsérvese lo polvoriento del entorno). Carteles en los puntos de acceso advierten de que se trata de una zona restringida, pero, tal y como denuncian los grupos ecologistas, no indican el motivo de la restricción ni cuentan con el correspondiente símbolo de radiactividad.