19.3.08

NUCLEAR

La oposición a la producción de energía por medio de la fisión nuclear es la única causa a la que llevo bastante tiempo sumado incondicionalmente. Es verdad que ha perdido cierta vigencia (incluso la Unión Europea ha fomentado recientemente su uso entre los estados miembros), pero considero que es un asunto cuya gravedad supera la de muchos otros, y sobre el cual merece la pena volver una y otra vez... aunque ello no sirva de mucho.

Supongo que disponer de reactores de fisión en un beneficio político para una sociedad, en tanto diversifica su producción de energía y la hace independiente de los combustibles fósiles. Pero el grave inconveniente es que sus desechos, fugas y vertidos producen cáncer.

Las administraciones públicas pretender dar una imagen de seguridad, pero es difícil ocultar las evidencias de que dicha seguridad no existe. Y no es necesario remitirse a los datos de las organizaciones ecologistas. Basta con observar el entorno cotidiano. Pondré varios ejemplos próximos o recientes:

- Si uno pretende adquirir un terreno o una vivienda en el valle de Losa (Burgos), seguramente se sorprenda de lo baratos que son. Aún sin referencias geográficas y a pesar de la existencia de una cadena de montes por medio, la gente sabe que la central nuclear de Santa María de Garoña está cerca en línea recta, lo que influye poderosamente en el mercado. Una vez conocido el dato, ¿quién se anima a comprar una ganga?

-Las fundiciones de chatarra disponen de contadores geiger. Los camiones cargados de chatarra con elevados niveles de radiación, son rechazados; aunque en ocasiones, como ocurrió hace algunos años en la acería compacta de Sestao, en Vizcaya, les colaron una partida radiactiva y la noticia saltó a los periódicos... Sin repercusiones, porque los medios se abstuvieron de hacer preguntas, tales como, ¿qué se hizo con la colada radiactiva?, o lo que es mucho más grave, ¿de dónde procedía la chatarra contaminada?... Es inquietante apreciar que hay material radiactivo que circula alegremente por la calle (al aire y no en vagones recubiertos de plomo, como nos presentan los medios), asunto que las empresas no denuncian ya que la basura radiactiva solamente puede ser generada... por la administración pública.

-Consecuencia de lo anterior son los escándalos de, por ejemplo Toyota, ya que se "descubrió" que algunos de sus vehículos fueron fabricados con partidas de acero radiactivo... Pero, ¿sólo se fabrican coches con acero radiactivo?, ¿no sería lícito sospechar de esa baratísima cubertería o ese juego de ollas de inoxidable a buen precio...?

-Los científicos, aún dependientes del acero para sus aparatos, buscan material no contaminado en una flota alemana hundida... La versión oficial es que el acero se fabrica con inyección de aire y existen partículas radiactivas en él desde el comienzo de las detonaciones nucleares atmosféricas... Basta con decir esto con un poco de decisión y los periodistas se lo creen...

-El gobierno japonés reconoce fugas en sus centrales provocadas por los temblores naturales en su país. Es una suerte para los japoneses que su gobierno reconozca esas fugas, porque otros prefieren ocultarlas... También tienen suerte porque seguramente su disciplinados trabajadores consiguen mantener en óptimas condiciones las instalaciones y no se relajan en los procesos exhaustivos que exige una central nuclear... En el país de la pandereta (y en otros que no llevan la fama pero cardan la lana, como el de Homer Simpson que por desgracia no es un personaje de ficción) el cuidado de los operarios de las centrales es previsible que deje bastante que desear. Porque, al fin y al cabo, la radiactividad no se ve, ni huele... Aún así es vox populi que los empleados "oficiales" de las centrales, "subcontratan" muchos trabajos... y también se dice que los de Santa María de Garoña viven en Miranda de Ebro, junto a la N-I, teniendo a dos pasos el bonito pueblo de Frías...

Hay más ejemplos. El problema es que nadie los relaciona entre sí... Tenemos muchas cosas de qué preocuparnos.

3 comentarios:

Mertxe dijo...

Por un lado me da mucho miedo, por otro... no sé qué pensar. Tuvimos mucha movida a finales de los setenta y gran parte de los 80, después el silencio. Parece que en toda Europa nos hemos hecho a la idea de que las centrales acabarán brotando sin tapujos y que será nuestro mundo, como de costumbre, el mejor de los posibles.

Nómada planetario dijo...

Tampoco nadie mueve el asunto del cementerio de desechos radioactivos instalado al Norte de Córdoba, (El cabril) donde se recepcionan residuos de toda Europa.
Una densa niebla cubre toda la información al respecto.
Saludos.

Glo dijo...

Da la impresión de que ya no merece la pena quejarse, que no vale nada la opinión de nadie. La realidad se ha vuelto irreal.