Todos los paisajes de Orozko que tomé ayer están al pie de un macizo calizo (y kárstico) cuya mayor altura es el monte Gorbea. En su cima está la cruz de arriba. He subido varias veces (la última hace un par de lustros), y en todas ellas el último kilómetro se me hizo eterno. Por un lado se ve Vizcaya y por el otro, Álava.
3 comentarios:
De esta me enamoré.
Perdidamente...
:)
jajajja es jodidillo el Gorbea,subas por donde subas.Más que nada porque engaña,parece que está ahí mismo y nunca llegas.Hoy estará nevado,mmmmmmm,qué maravilla.
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