Flores de otoño.
Penacho.
Hoy estuve en el centro de Bilbao y en un barrio de Castro Urdiales llamado Baltezana.
Le Sacre Coeur.
Bilbao presentaba su estampa típica, ya que llovía pero la temperatura era alta, circunstancias que convierten una jornada de papeleos por el centro en algo incomodísimo.
Por la Gran Vía.
Menos mal que, después de tantos años he aprendido que lo que hay que hacer en ese caso es evitar el paraguas y las prendas de abrigo. El primero porque sólo tenemos dos manos y están ocupadas en transportar papeles, y el segundo, porque con el trajín, la buena temperatura y la humedad, se termina por sudar la gota gorda y consecuentemente, hediendo a perro muerto.
Cabina de Telefónica, especialmente preparada para poder llamar sin mojarse...
Ovejeixons.
La otra visita del día estaba en Cantabria. Si alguien busca tranquilidad, el mejor lugar para encontrarla es un cementerio, pero si uno es escrupuloso, existe la alternativa de Baltezana.
¿Baltezana o Nueva Inglaterra?
Espléndido día para darse un baño. Se nota por el llenazo...
Al menos se le ve la utilidad a la lluvia, porque el paisaje estaba intensamente verde.
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La farola.
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A casa con las últimas luces... Me duelen los pies.
2 comentarios:
Qué fotos tan bonitas. estuve en Bilbao hace más de veinte años y no guardo un lindo recuerdo de la ciudad que por aquel entonces me pareció muy gris y muy sucia.
No he vuelto aunque la gente que la visitado recientemente me dice que es una ciudad preciosa.
saludos desde Caracas
Gracias por tu visita, imagina.
Hace veinte años Bilbao era un infierno, en efecto. Y yo así lo viví. Pero también es verdad que ha cambiado mucho y para bien.
Como ves esta es una página de fotografías cotidianas de los pequeños viajes de trabajo que hago por Vizcaya, salpicadas de algunas otras imágenes que me encuentro por la red y que me gustan. Estás invitad@ a volver cuando quieras.
Un saludo.
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