Casa negra y casa gris. La gente a veces pinta su casa con betunes porque cree que las humedades que padece vienen de fuera... Craso error. Pero la costumbre ha dado para un amplio catálogo de casas color pintura bituminosa.
El jardín abandonado de la casa negra.
Campo de fútbol.
A la fresca, al calorcito del edificio neoclásico.
Convivencia pacífica.
Solar.
Ocaso, depósito, prados y vacas.
Tapias que limitan huertas; esas joyas ahora perseguidas por la estólida administración pública.
Mirando hacia arriba.
Soto.
La residencia de ancianos, con espectaculares vistas.
Un polideportivo del que seguro que su autor se siente orgulloso. Va por ti, chaval.
3 comentarios:
Qué hermosas las tapias, Glo...
La pasta que habrá trincado la empresa adjudicataria de la obra al consistorio, el sesudo estudio del arquitecto ya tendrá para la entrada de un BMW nuevo, es la inversión en futuro de unos sacrificados ediles que miran por sus vecinos.
Gracias a los dos por vuestra visita.
mil orillas:
Los aperejos hablan siempre de las manos que los levantaron.
nómada planetario:
Como decía un médico a mi tía: "de trabajar no se hace rico nadie". Con el polideportivo o la residencia de ancianos creo muy probable que ocurra lo mismo.
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