24.10.07
TIEMPO DE SILENCIO
Hace tiempo que vacié de muebles mi cabeza. Los tiré escaleras abajo y digo yo que no poder digerirlos debe ser el motivo de que mi tripa se haya hinchado. Nunca fue un desván muy elegante, sino más bien desordenado, y ello más que por el exceso de piezas, por la falta de espacio, y también, por qué no decirlo, por esa manía de guardarlo todo, sin mucho criterio, por si alguna vez servía para algo. Ahora sólo hay eco (ese eco extraño de los cuartos vacíos), amortiguado por algunas telarañas y el mucho polvo que se ha acumulado desde aquel día de la decisión. Y todo lo que entra, padabum, catacrás, tromp, clanc... voy tirándolo. Digo yo que alguna vez entraré en razón, porque la honestidad y la coherencia con mi escepticismo están muy bien, pero duele la espalda de tanto dormir sobre la tarima, y no estoy hecho a estar de cuclillas como los japoneses... Aunque, siendo completamente sincero, algunas cosas inútiles salvé, como la música de Shostakovich, y algunas veces le paso el polvo y echo una siesta cuando vuelvo a mecerme en ella.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Je,je...A mi lo que me pasa que el S...Me pone los pelos depunta.
La verdad estas hecho un poeta, pero lo de la barriga ... ja,ja...es una escuda mala.
¿Te pone los pelos de punta por si encuentras un aleph?
Un aleph?
A ver si te has equivocado como yo con lo de escuda cunado es escusa.
No me he equivocado... :)
Publicar un comentario