Canción perteneciente a las "noches de estío", de Héctor Berlioz.
Le spectre de la rose
Soulève ta paupière close
Qu'effleure un songe virginal!
Je suis le spectre d'une rose
Que tu portais hier au bal.
Tu me pris encore emperlée
Des pleurs d'argent de l'arrosoir,
Et, parmi la fête étoilée,
Tu me promenais tout le soir.
O toi qui de ma mort fus cause,
Sans que tu puisses le chasser,
Toutes les nuits mon spectre rose
A ton chevet viendra danser;
Mais ne crains rien, je ne réclame
Ni messe ni De Profundis.
Ce léger parfum est mon âme,
Et j'arrive du paradis.
Mon destin fut digne d'envie,
Et pour avoir un sort si beau
Plus d'un aurait donné sa vie;
Car sur ton sein j'ai mon tombeau,
Et sur l'albâtre où je repose
Un poète avec un baiser
Écrivit: "Ci-gît une rose,
Que tous les rois vont jalouser."
El espectro de la rosa
¡Levanta tu párpado cerrado
que roza un sueño virginal!
Soy el espectro de la rosa
que tú llevabas ayer en el baile.
Me cogiste cubierta de perlas,
fuente de llanto argénteo,
y, en la fiesta estrellada,
me paseaste toda la noche.
¡Oh tú, que de mi muerte fuiste causa,
sin que puedas ahuyentarlo,
todas las noches acudirá a bailar a tu almohada
el espectro de la rosa!
Pero no temas nada, pues no reclamo
ni siquiera una misa ni De Profundis.
Este ligero perfume es mi alma
y vengo del paraíso.
Mi destino fue digno de envidia,
y por tener un destino tan bello
más de uno habría dado su vida;
pues en tu pecho tengo mi tumba,
y sobre el alabastro donde reposo
un poeta con un beso
escribió: "Aquí yace una rosa
que todos los reyes envidiarán".
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