Estos días ando descubriendo la Medea de Pasolini, protagonizada por María Callas. Está rodada en Capadocia y otros lugares que evocan el paisaje mediterráneo antiguo. Paisaje que en España yo descubrí en Navarra, en La Rioja, en Aragón... y que me fascinó. La obra de Pasolini me seduce por los trajes, las máscaras... tomadas del carnaval, que junto a la música, de orígenes diversos (no sólo mediterráneos) ayudan a dar forma a su particular visión del paganismo. Medea me ha hecho recordar mis lecturas (fatigosas) de "la diosa blanca" y el ambiente mágico de los cuadros nocturnos de mi amigo Jesús, en los que aparecía muchas veces representada la diosa como tres mujeres abrazadas, o como una luna llena. Cuántas veces, bajo la miel del sol de primavera, recorrimos aquellos paisajes en busca de las ruinas de alguna ciudad antigua. Graves, Jesús y Pasolini, pusieron el cristianismo al final de una larga secuencia que se perdía en el tiempo, más allá de la memoria. Aunque esa revelación, ¿importa algo a fin de cuentas?
2 comentarios:
Medea... Tuve mis años de apasionada de la mitología griega y ahora, al encontrarme de nuevo con ese nombre, se me ha ocurrido que menudo par el Jasón y la Medea. (Me río yo de Bonnie y Clide...)
Supongo que la mitología es como un mueble: lo heredamos, es valioso, alguna vez nos detuvimos a considerar sus detalles, pero con el tiempo, ya ni lo vemos.
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