Una Alicia con alto poder adquisitivo y que se niega a envejecer, disfruta, a ritmo de salsa de los 50, del vértigo del consumo de la mano de Louis Vuitton y Takashi Murakami. Y aquellos para los que la prosperidad es una cosa del pasado, nos ruboriza un poco pensar que alguna vez fuimos protagonistas de un viaje como ese. Para partir rumbo a la felicidad, pinchar en la imagen.
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