7.6.11

EL ENTIERRO DEL CONDE DE ORGAZ Y LA INMACULADA CONCEPCIÓN


































Pocas pinturas me han gustado como ésta del Greco. Probablemente porque se encontraba en el lugar para el que estaba destinada: la penumbra de una capilla de Toledo.


























Me sorprendí observándola minuciosamente durante bastante tiempo. No me había sucedido nunca con otra pintura.














































... Aunque, pensándolo mejor, sí hay otra pintura que me dejó fascinado por los mismos motivos (su calidad y su circunstancia): la Inmaculada Concepción del convento de las Agustinas Recoletas de Salamanca, obra de José de Ribera. El colorido de aquel cuadro parecía iluminar la nave de la iglesia por sí solo, como si tuviera luz propia.


































No es de extrañar que después no hubiera iglesia que no deseara tener una triunfante imagen de la Virgen como aquella.

1 comentario:

Mertxe dijo...

Me he dado una vuelta por la bio de Ribera, porque sabía de su tenebrismo y me extrañaba lo de la luz, si bien el cuadro es la prueba de ello. Y, sí, comprobado, y comprobada también su evolución hacia el color diáfano, aunque, al final de su vida, regresó en alguna media a la penumbra. Este cuadro es de ésa última época, pero naturalemente nada que ver con la primera.