9.1.12

CONJUGACIÓN

El mar y las cumbres no me dicen nada. Es una pena, teniendo el océano tan cerca... Sólo a veces me sorprende 

una media ladera, 

caminar entre colinas onduladas, 

la intuición del mar antes de poder verlo, 

un claro azul en el cielo anubarrado, 

o la luz que entra por una ventana pequeña y profunda. 

En alguna ocasión el aire brillante, transparente y templado de un día de primavera, me trae una felicidad que no recordaba haber disfrutado desde niño. Pero, igual que si del arco iris se tratara, debo esperar que se conjuguen los elementos necesarios.

...

Otras cosas tampoco las encuentro donde se supone que beberían estar. Como el Mediterráneo en sus aguas. O la historia en el museo.

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