La etimología es un estudio que funciona mejor cuanto más lejana es la cultura de la que provienen las palabras. Lejana en el tiempo o en el espacio. A los vecinos (siempre odiados) y a los contemporáneos, parece que nos resulta difícil deberles algo.
Así, por ejemplo, los diccionarios en euskera no incluyen etimología alguna, por evidente que ésta sea. Y si "hauteskundeak" (elecciones), tiene algo que ver con el término francés "haute" (alto), no lo sabemos y es poco probable que lo averigüemos si lo preguntamos a Euskaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca).
Lo mismo sucede con el idioma inglés, lengua germánica que ha huído siempre, de forma manifiesta, del parentesco con el idioma alemán. Es bien conocido el triste caso de la "conversión" del apellido Battenberg en Mountbatten. Y, puestos olvidar, junto con el odiado idioma alemán, el idioma inglés se queda huérfano también de todas las demás a portaciones. Y saber si "scissors" (tijeras), tiene algo que ver con "scindĕre" (escindir), es algo de lo que se supone podemos prescindir. Como del bazo.
Los castellanoparlantes, por nuestra parte, tenemos la grandísima suerte de que, tanto Roma como la Grecia clásica hace siglos que desaparecieron, y podemos seguir disfrutando (sin duda, el verbo más apropiado) del orígen de nuestras palabras. Veamos lo que nos dura la alegría.
Estos olvidos "oficiales" son lamentables, indignos, mezquinos, ruines. Y esta ignorancia, si es voluntaria, el más triste estado mental al que pueden llegar los integrantes de una cultura.
2 comentarios:
Llegará el día (siempre lo he comprendido así) en que el euskera se una a sus raíces, que las tiene, cómo no, incluso si, como sostienen muchos investigadores, "los vascos siempre estuvieron ahí". La etimología ya los reúne con las lenguas indoeuropeas, es verdad que pudiera por inevitable contagio, pero hay señales, muchas, que también los catapultan a desiertos no muy lejanos, desiertos bereberes... En fin, como todo será cuestión de tiempo, porque todos venimos del mismo lugar, tuvimos el mismo color y, con toda seguridad, garabateamos en las mismas paredes.
Nada se libra de nuestros intereses. Todo lo complican. Leí, no recuerdo dónde, que la tierra fue redonda porque en su momento convino que así fuera, y que la única controversia en la historia que se supone estuvo desligada de interés alguno, fue si la Tierra giraba alrededor del Sol o viceversa.
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