17.4.12

EL ESCORIAL


He querido incluir esta fotografía porque tiene una luz especial, invernal... Qué diferente del brillo cegador del verano. Otro lugar.
Es una pena que este edificio se ilumine de noche. Exigencias mal entendidas del turismo...

2 comentarios:

Mertxe dijo...

Siempre, frente a este monumento he sentido frío. Y es que -cegador o desolado- su carácter fúnebre y lo que retrata del personaje que lo edificó me congelan.

Glo dijo...

En la mayoría de edificios españoles antiguos que he visitado, había siempre una delicada atención hacia el paisaje lejano, hacia el entorno próximo (urbano), que conducía muchas veces a romper la simetría, a soluciones sorprendentes, en general a guiños hacia los habitantes y los observadores. El Escorial no pierde del todo esto, pero desde luego tiene muchas menos concesiones. No obstante, el problema definitivo no es el edificio en sí, sino su circunstancia, los edificios que lo rodean, que se han plegado a su estética de una manera demasiado mimética, demasiado rígida. Un entorno urbano más humano, le habría beneficiado. Pensemos en el palacio del duque de Lerma, o en tantos otros ejemplos.

Y quien dice circunstancia física, dice circunstancia política...