Me encontré una réplica en Kaputt, en el jardín del príncipe Eugenio. Libro que, por cierto, me ha costado mucho terminar. Sigue teniendo para mí tanta carga de belleza como de horror, y ambas antitéticas cosa me han parecido aun acrecentadas.
De todas formas me he ido a recuperarlo y a comprobar el nombre del príncipe de Suecia.
Es una suerte que el tiempo las haya acrecentado.
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Me encontré una réplica en Kaputt, en el jardín del príncipe Eugenio. Libro que, por cierto, me ha costado mucho terminar. Sigue teniendo para mí tanta carga de belleza como de horror, y ambas antitéticas cosa me han parecido aun acrecentadas.
De todas formas me he ido a recuperarlo y a comprobar el nombre del príncipe de Suecia.
Es una suerte que el tiempo las haya acrecentado.
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