Cuando lo descubrí, me pareció que el proceso constructivo era lo esencial en sus instalaciones. Como rastrillar la grava del patio de un templo va unido a disfrutar del paisaje resultante. El resultado de ese proceso, en el caso de kawamata, son "madrigueras", o "nidos", de agradable "consideración".
En este caso, me interesa también (y el autor del vídeo así lo deja patente) la extraña incoherencia en la sociedad que supone que los indigentes no tengan derecho a construirse una cabaña, y sí lo tenga un artista. Comprendo perfectamente que tal concesión no se da porque tendría vastas y extrañas consecuencias, pero el resultado es que esas personas terminan ahí, expuestas a las inclemencias.
2 comentarios:
Ja, das ist wirklich merkwürdig, die menschliche intolleranz.
*SEUFZ*
Viele Grüsse
Trudy
Más que intolerancia, lo que hay son extrañas lagunas, como el control del trato de los funcionarios a los presos, o esta mínima protección para no morir de frío, que hemos comentado.
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