La modelo quizá no sea la más adecuada, pero, en algunos momentos, el agua "inviste" la figura de una manera sorprendente y especial.
Lo que más me ha gustado de esta serie de performances de Bill Viola es que, con los mismos poquísimos elementos materiales y algunos actuantes, consigue evocar, con una fuerza extraordinaria, los clásicos del arte: antes de pasar, en la penumbra desenfocada, parece una de las llamadas venus de la prehistoria; mientras atraviesa la cortina de agua, aparecen algunas de tantísimas figuras con toga y velo como se han representado desde la Grecia antigua; y ¿no es acaso este mero cuerpo desnudo el de Venus Afrodita emergido de las aguas?
2 comentarios:
¡Qué fuerte! No me ha gustado nada...
La modelo quizá no sea la más adecuada, pero, en algunos momentos, el agua "inviste" la figura de una manera sorprendente y especial.
Lo que más me ha gustado de esta serie de performances de Bill Viola es que, con los mismos poquísimos elementos materiales y algunos actuantes, consigue evocar, con una fuerza extraordinaria, los clásicos del arte: antes de pasar, en la penumbra desenfocada, parece una de las llamadas venus de la prehistoria; mientras atraviesa la cortina de agua, aparecen algunas de tantísimas figuras con toga y velo como se han representado desde la Grecia antigua; y ¿no es acaso este mero cuerpo desnudo el de Venus Afrodita emergido de las aguas?
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