Resulta chocante la insistencia por remarcar el origen judío de las personas, mientras se hace omisión del resto de religiones y etnias. Además, por culpa del abuso de la fórmula "de origen judío", no sabemos si las personas practican esa religión o no, así como tampoco si siguen o no vinculadas a algún aspecto de la cultura judía.
El "de origen judío", evoca una nebulosa de sobreentendidos, de la que soy partidario de zafarse.
2 comentarios:
es una de mis grandes preguntas incontestables de siempre, ¿por qué ese énfasis en remarcar lo judío frente a otras características de la persona en cuestión (color de pelo, nacionalidad, talla de pie, etc...)?
no lo entenderé nunca :-(
Creo que se trata de una fórmula de conveniencia, pues desde la II G M, ser judío tiene muchas ventajas.
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